Declaración frente a los convenios suscritos entre la Oficina de Gestión de Proyectos Sustentables y el SEA

Un Estado que garantice la protección del medio ambiente y el bienestar de la población

30 julio 2020 – Declaración frente a los convenios suscritos entre la Oficina de Gestión de Proyectos Sustentables y el Servicio de Evaluación Ambiental

El año 2018, en el marco de la agenda pro inversión, el Presidente Sebastián Piñera creó por decreto la Oficina de Gestión de Proyectos Sustentables (GPS), dependiente del Ministerio de Economía. El objetivo declarado de esta iniciativa era agilizar el proceso de autorización y aprobación de proyectos de inversión priorizados por el gobierno.

Los proyectos que ha respaldado esta oficina están tan alejados del concepto de sustentabilidad, que encontramos proyectos como Mina Invierno, Mina Los Pelambres, el Data Center de Google y la ampliación del Tranque de relaves Talabre. A pesar de encontrarnos en medio de una crisis climática, sanitaria y económica, que nos obliga a pensar otras formas de relacionarnos con la naturaleza, la labor de la Oficina GPS muestra la obstinación del Gobierno con un modelo de desarrollo que llegó a su límite: tenemos que detener la destrucción de los ecosistemas y la contaminación de los territorios.

Un punto totalmente reprochable de la forma de operar de la Oficina de Gestión de Proyectos Sustentables, es su relación con la Evaluación Ambiental de los proyectos que respalda. En primer lugar, la GPS funciona como secretaría ejecutiva de un Comité Asesor de Proyectos, integrado por las subsecretarías de distintos Ministerios que luego deben participar en la Calificación Ambiental de los mismos proyectos, eliminando cualquier posibilidad de imparcialidad.

En segundo lugar, la Oficina GPS ha traspasado sumas de hasta $92 millones al Servicio de Evaluación Ambiental1 para facilitar la tramitación de los proyectos que patrocina, ejerciendo una influencia que es a todas luces ilegítima. Esto ha quedado recientemente en evidencia, a propósito de la evaluación del proyecto Los Bronces Integrado, de la compañía Anglo American, donde una profesional contratada a honorarios por el SEA con dineros provenientes del Ministerio de Economía, coordinó las reuniones de lobby del titular con los órganos de la Administración del Estado que participan en la calificación ambiental del proyecto.

Esta práctica, que vulnera los ámbitos de acción de los organismos de la institucionalidad ambiental y que es reñida con la probidad, al favorecer intereses privados sobre el interés público, nos parece inaceptable. Estamos frente a un gobierno que ha destinado fondos públicos para facilitar la tramitación de proyectos que impactan los bienes comunes y la salud de las personas, haciendo caso omiso de la igualdad ante la ley. Estas prácticas deslegitiman aún más al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, erosionando su correcta operación, cuyo objetivo debiese ser la promoción del desarrollo sostenible y la prevención efectiva de impactos significativos. Solicitamos a la Cámara de Diputados la constitución inmediata de una Comisión Investigadora para fiscalizar esta situación y evitar que continúe.

1 https://interferencia.cl/sites/default/files/31_enero_2020_convenio_economia_sea.pdf

Firman

1. Agrupación Aisén Reserva de Vida

2. AIDA – Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente

3. Antuko Resiste, Movimiento Socioambiental Antuco

4. Alerta Isla Riesco

5. Asamblea Ciudadana Última Esperanza

6. Asociación gremial de hostales y afines Natales

7. Axe Tim Baue

8. Bestias del Sur Salvaje

9. Caminantes de la Niebla

10. Catemu en Movimiento

11. Centro Cultural Arrayán

12. Centro Ecológico Cultural de Longavi

13. Centro Ecosocial Latinoamericano

14. Centro ProSus

15. ChaoPescao

16. Chile Sustentable

17. Ciudadanos y Clima

18. CODEFF

19. Comisión Justicia y Paz del Vicariato Apostólico de Aysén

20. Comité Ambiental Algarrobo

21. Comité Unión Diguillín

22. Comisión de Sustentabilidad y Medioambiente del PPD

23. Comunidades de Lo Barnechea-Colina

24. Consejo de Defensa de Los Queñes

25. Coordinadora Cerro Vida y Resistencia

26. Coordinadora Ciudadana No Alto Maipo

27. Corporación de Defensa del Río Mapocho

28. Corporación El Canelo

29. Corporación Privada para el Desarrollo de Aysén

30. Corporación Vecinos Camino a Farellones

31. Corporacion de Protección y Desarrollo de Camino a Farellones

32. Cverde

33. Defendamos la Ciudad

34. Defensoría Ambiental

35. Ecosistemas

36. Ética en los Bosques

37. Fundación Derecho y Defensa Animal

38. Fundación Glaciares Chilenos

39. Fundación Mar y Ciencia

40. Fundación Multitudes

41. Fundación Plantae

42. Fundación Relaves

43. Fundación Tantí

44. Fundación Terram

45. Greenpeace Chile

46. Junta de Vecinos Las Varas de Camino a Farellones

47. Llay Llay Nativo

48. Malen Leubü

49. MODATIMA Colina

50. Movimiento Social en Defensa del Río Ñuble

51. Mujeres de Zona de Sacrificio en Resistencia

52. Ocoa Nativa

53. ONG Aula de Mar

54. ONG Cárcava

55. ONG CEUS Chile

56. ONG Defensa Ambiental

57. ONG ECOMAR

58. ONG FIMA

59. ONG Ríos To Rivers

60. ONG Vigilante Costero

61. ONG Vinculación Territorial

62. Papudo Nativo

63. Patagonia Limpia

64. Puchuncaví Nativo

65. Real Chile

66. Red por Los Ríos Libres

67. SCAC Magallanes

68. Somos Biobío, agrupación medioambiental de Santa Bárbara

69. Territorios Colectivos

70. Wilson Reyes, Consejero Nacional Indígena

Científicos apoyan dictamen de Contraloría que declara ilegal práctica de CONAF que permitía reemplazo de vegetación nativa

Los investigadores también presentaron un informe firmado por 76 científicos de universidades y centros de investigación de todo el país, en el que se rechaza el cambio de uso de suelo para fines agrícolas a partir de la eliminación del bosque nativo.

Los profesionales se hicieron parte del Recurso de Protección, con el propósito de apoyar el dictamen de Contraloría que declara ilegal el denominado “Plan de Manejo para la Sustitución de Bosque Nativo por Plantaciones Agrícolas”, aprobado por CONAF.

La acción, de la que son parte 11 científicas y científicos de distintas universidades del país y en el que son representados por ONG FIMA, se da en el marco del Recurso presentado por la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), que busca invalidar el dictamen del órgano contralor del 16 de marzo de este año, en el que se declara ilegal la práctica de sustitución del bosque nativo y formaciones xerofíticas por plantaciones de monocultivos agrícolas.

“Nos encontramos en una situación de emergencia climática y de pérdida de biodiversidad a nivel global sin precedentes en la historia de la humanidad. La deforestación de ecosistemas nativos y reemplazo por cultivos agrícolas es una de las principales causas de estas dos catástrofes ambientales planetarias, tal como lo han indicado los principales organismos técnicos a nivel global”, explica Ariel Muñoz, Profesor del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV). Agregó que “Por este motivo, apoyamos la decisión de Contraloría y queremos aportar con nuestra experiencia como investigadores para ayudar a entender mejor la situación”.

Así también, el Director Ejecutivo de ONG FIMA, Ezio Costa, explicó que «Creemos que el recurso de protección de la SNA no puede prosperar, pues implica seguir poniendo el interés individual, de expansión de negocios de la industria agrícola, por sobre una urgencia colectiva como es la protección del bosque nativo y especialmente el bosque esclerófilo de la zona central. Detrás de esto hay una visión anquilosada de la propiedad que es temerosa del bien común y que no tiene sentido en la sociedad actual».

Rechazo de la comunidad científica

Junto con hacerse parte del Recurso de Protección, los investigadores presentaron un informe patrocinado por 76 científicos, provenientes de 15 universidades y centros de investigación de todo el país, titulado “Fundamentos Científicos acerca del Impacto Ambiental del Otorgamiento de Planes de Manejo de Corta de Vegetación Nativa para la Recuperación de Terrenos con Fines Agrícolas”, mediante el cual entregan argumentos a la Corte de Apelaciones de Santiago sobre los efectos perjudiciales en la eliminación de los ecosistemas nativos y el cambio de uso de suelo para fines agrícolas. Argumentan que estas prácticas tienen efecto negativo sobre el aprovechamiento sustentable de los recursos forestales, el resguardo de la calidad de las aguas y la mantención de los suelos.

«Los bosques nativos de Chile cumplen roles claves en biodiversidad, provisión y regulación de agua, captura y secuestro de carbono, y en la calidad de nuestros suelos. La seguridad alimentaria debe alcanzarse sin comprometer la salud de estos ecosistemas naturales», Señala Camila Álvarez, Investigadora del CR2 y del Núcleo en Soluciones de Base Natural PUCV.

En el documento se ahonda particularmente en el rol que juegan los ecosistemas dominados por Acacia caven (conocido popularmente como Espino), y el bosque esclerófilo en general y las formaciones xerofíticas nativas de Chile en la conservación de la biodiversidad, la regulación del régimen hídrico, el control de la erosión y la conservación del suelo, y en la captura de carbono, entre otros aspectos que dan valor social y ecológico a estos ecosistemas.

Según Alvaro Gutierrez, profesor de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, “Existe una errada concepción en Chile de que toda formación vegetal dominada por árboles es un bosque. Sin embargo, los bosques son ecosistemas naturales que son resultado de una historia evolutiva conjunta de las especies que forman parte de ellos, y que se relacionan de manera compleja entre ellos y el medioambiente. No podemos seguir malentendiendo que los monocultivos agrícolas (y forestales) sean bosques. Tampoco podemos seguir aceptando que se sustituyan bosques por monocultivos. Esto es aun mas relevante en ecosistemas con alto grado de degradación y únicos en el mundo, como son los bosques nativos de la zona central de Chile”.

En el informe, los científicos y científicas señalan En su recurso de Protección la SNA presenta supuestos beneficios ambientales de la eliminación de los ecosistemas vegetales nativos y su cambio de uso de suelo para fines agrícolas, los cuales desde nuestra perspectiva no tienen asidero alguno en base a la evidencia científica disponible. Justamente estas acciones de cambios de uso de suelo, tienen un efecto significativo y negativo sobre el aprovechamiento sustentable de los recursos forestales, el resguardo de la calidad de las aguas y el cuidado y mantención de los suelos, los cuales se encuentran contenidos en el espíritu de la legislación ambiental de nuestro país”.

Así mismo, apuntan a los efectos que ha conllevado el reemplazo de la vegetación nativa en Chile central para dar paso a la expansión agrícola, situación que genera una contradicción entre antiguos decretos que norman la actividad forestal (DL 701) y la mucho más reciente Ley de Recuperación del Bosque Nativo y Fomento Forestal. La eliminación y reemplazo del bosque nativo, hoy en día son contrarias en la lucha contra el cambio climático y los tratados internacionales suscritos por nuestro país frente a la necesidad urgente de proteger estos ecosistemas para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Chile.

Puede consultar el Informe científico en el siguiente enlace:

https://drive.google.com/file/d/1_oIGXgVF5GjrVrMZvdRMwVBKXC95zo_k/view?usp=sharing

Araucanía: siguen los conversatorios regionales de ecología y Constitución

En el marco de las conversaciones sobre Constitución y ecología que organiza Fima y la Fundación Friedrich Ebert Stiftung, llega el turno de la Región de La Araucanía este próximo miércoles 15 de julio a las 10 am.

En esta oportunidad el panel estará compuesto por Manuela Royo, Abogada, candidata a Doctora Universidad de Talca, parte de Modatima y Alianza Territorial Mapuche, Alejandra Parra, Bióloga en Gestión de Recursos Naturales, Master en Planificación, miembro co-fundadora de la Red de Acción por los Derechos Ambientales RADA y Ezio Costa, Director Ejecutivo de ONG FIMA.

Si quieres hacerte parte de esta conversación regional solo debes llenar el formulario de inscripción que te dejamos a continuación:

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Opinión: Reactivación económica, medio ambiente y bienestar

Por Ezio Costa y Pedro Glatz 

El reciente acuerdo entre parte de la oposición y el Gobierno contiene elementos que deben preocuparnos y, sobre todo, ser materia de un análisis más profundo. Son particularmente llamativas las menciones referidas a materias ambientales, por la falta de conceptos de largo plazo y la falsa pretensión de estar fomentando una inversión “verde”. La urgencia es clara, la sequía permanente y otros desastres ambientales nos lo recuerdan de manera constante.

Una reactivación económica en clave de armonía con el medio ambiente contiene dos elementos esenciales. El primero es entender la necesidad de un cambio de rumbo en materia económica para tener un futuro posible en el combate a la crisis climática y ecológica; el segundo es comenzar el trazado de un camino que permita el bienestar material de las personas, sin que ello comprometa la existencia de los ecosistemas ni el bienestar de las generaciones futuras.

El acuerdo, sin embargo, no mira estas variables sino que intenta pintar de verde las mismas viejas soluciones que nos han traído a la crisis en la que estamos. En efecto, en materia ambiental se fija principalmente en dos cosas: más inversión y más velocidad de inversión. Ambas cosas, con la enceguecida visión del crecimiento del PIB como principal objetivo, y sin mirar impactos, efectos ni otras variables.

  1. Acelerando la inversión

Las primeras medidas preocupantes, son las que apuntan al “fast track” de los proyectos en su tramitación administrativa, y mientras no es por sí negativo hacer más eficientes los procesos, la manera en que se hace es fundamental. El Acuerdo menciona las recomendaciones del Consejo Nacional de Productividad (CNP) como base para la “agilización regulatoria y de plazos para proyectos de inversión”. Este documento propone medidas en distintos ámbitos y mientras muchas de ellas parecen positivas y deben explorarse, considerando los problemas endémicos que nuestro modelo de desarrollo demuestra (entre ellos, el bajo crecimiento de la productividad), el análisis debe ser en detalle. Analizamos acá solo dos de las numerosas medidas propuestas, entendiendo que ellas han sido parte central de la discusión para el acuerdo.

El “fast track” o “modernización”, apunta principalmente a modificar el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA). La necesidad de realizar cambios en este instrumento viene discutiéndose hace años, incluyendo comisiones gubernamentales y ciudadanas, además de un fuerte lobby empresarial. El Gobierno de Sebastián Piñera lo consideró prioritario y presentó dos proyectos de ley para reformarlo, los cuales no encontraron apoyo en el Congreso, por lo que es prácticamente imposible que sean aprobados.

En ese marco, entrando al análisis del contenido de las propuestas del CNP, una de sus recomendaciones (2.5.1)[1] parece especialmente preocupante, ya que propone la distinción de componentes ambientales en la Resolución de Calificación Ambiental, entre relevantes y secundarios, lo que a todas luces es materia de ley y no puede ser ejecutado sin modificaciones a la Ley 19.300. La recomendación desliza la posibilidad de que se haga esta priorización por vía reglamentaria, pero el principio de legalidad protege a los ecosistemas en este ámbito y debemos estar atentos a que no se intenten cambios reglamentarios para evadir este principio.

Una segunda recomendación que nos preocupa es la que propone la creación de un sistema de trazabilidad del proceso de aprobación de proyectos de inversión. Si bien la trazabilidad en sí misma no es un problema, en este punto hay dos elementos complejos relacionados con incentivos que podrían quedar mal puestos. Al solicitarles a los funcionarios del SEA que estimen el plazo necesario para evaluar proyectos, se corre el riesgo de no ser capaces de establecer un promedio que dé cuenta de la diversidad de iniciativas que los funcionarios deben evaluar y este sistema puede incidir en la calidad de la evaluación, cuando sabemos que la demanda de evaluación excede con creces las capacidades operativas del Servicio de Evaluación Ambiental.

La demora en la tramitación de los proyectos se produce sobre todo por la falta de información relevante en los Estudios que presentan los titulares, los que deben ser revisados por el Estado y vueltos a hacer por los titulares. Una medida sencilla, que haría considerablemente más eficiente el sistema y aumentaría la certeza no solo para los titulares sino para todos, es que las consultoras contratadas para hacer estudios y declaraciones fueran pagadas por los titulares, pero contratadas mediante licitación por el Estado. [2]Esto, además, permitiría avanzar rápidamente hacia la construcción de líneas de base públicas, incorporando la recomendación 3.16 de la Comisión de Productividad, de estandarización de información. [3]

Adicionalmente, estas modificaciones se pondrían en manos de la Oficina de Gestión de Proyectos Sustentables, organismo público de carácter ilégitimo que es una muestra patente de un ánimo de intervención pro empresa en la toma de decisiones de la Administración del Estado.

Esta Oficina ha sido fuertemente resistida desde su creación, a comienzos del actual Gobierno, pues funciona en la práctica como una oficina de lobby pagada con recursos públicos, para facilitar la aprobación de muchos proyectos. El gran logro de esta oficina ha sido generar una erosión considerable del aparato estatal, mermando la escasa confianza que la ciudadanía podía tener en las decisiones ambientales. Su carta de iniciativas incluye ,entre otros, proyectos generadores de conflictos socioambientales tan simbólicos como Dominga y Alto Maipo. Pero quizás la peor característica de esta oficina, es que no tenga absolutamente ninguna variable de sustentabilidad para elegir los proyectos que apoya, haciendo en su nombre un falso uso del concepto que solo contribuye a su deslegitimización.

  1. La Inversión “verde”

Al igual como sucede con la oficina de proyectos sustentables y su uso inadecuado del concepto, el acuerdo propone algo similar en lo que llama “Inversión con énfasis verde y mitigación de cambio climático”, donde incluye inversión pública ligada «a construcción embalses, obras de regadío y agua potable rural, plantas desalinizadoras, inversión en ERNC.” (sic). Esta iniciativa pareciera tener una inspiración keynesiana en el sentido de propender a la construcción de infraestructura como modo de generación de empleo e inversión, pero su componente verde es prácticamente inexistente.

En primer lugar, se insiste, en relación con la crisis hídrica, en una solución con altísimos impactos ambientales y que no tiene viabilidad técnica ni política, como son las grandes obras de embalses y riego. Dichas obras alteran aún más los degradados ecosistemas en los que se emplazarían y requieren de una serie de actividades que de por sí son generadoras de impactos ambientales y gases de efecto invernadero. La inviabilidad técnica tiene que ver no solo con dichos impactos, sino también con la proyección sobre caudales de agua en la zona central de Chile. [4]

La inviabilidad política es tal, que en una reciente consulta del Gobierno[5], este tipo de iniciativas estuvo muy por debajo de aquellas relacionadas con proteger el medio ambiente y los ecosistemas. Esto, a pesar de que (i) el Gobierno constituyó una mesa asesora del agua con un profundo sesgo hacia la industria, (ii) hizo esta consulta sin estándares mínimos de participación, (iii) la consulta intentaba validar sus propuestas (forzando la selección de varias alternativas) y (iv) grandes movimientos y organizaciones dedicadas al agua, se excluyeron de participar y llamaron a no hacerlo. [6]

La inversión pública que se requiere en esta área, debe ser apuntada a soluciones basadas en la naturaleza, sobre todo en lo relativo a la recuperación de las cuencas y la protección del ciclo hídrico. En la recuperación de ecosistemas hay una posibilidad de generación de empleo y de mejora de las condiciones ambientales, con una visión de futuro e impacto positivo de largo plazo. En el plano urbano, avanzar en la implementación de infraestructura verde significaría también generar empleos, inversión y mejorar las condiciones de vida de las personas. En el caso de Santiago, incluso los estudios al respecto se encuentran avanzados y esperando ejecución.[7]

A modo de conclusión, queremos reiterar nuestro llamado a iniciar una reactivación efectivamente sostenible, tal como se ha planteado por numerosas iniciativas[8]. Para ello debemos poner el norte en la rápida transición a una matriz energética renovable, un plan de inversión decisivo en fomento al transporte público, la renovación y construcción de vivienda sustentable, el fomento a la economía circular y un sistema alimentario sostenible. El impulso a nuestra economía no debe ser a costa de los ecosistemas y debe surgir de un proyecto país de nuevo modelo de desarrollo que cuente con legitimidad democrática y que esté orientado hacia el bienestar de largo plazo y no a un crecimiento del PIB a cambio de la destrucción de los ecosistemas y el sustento de la vida.

En El Mostrador 

Fernanda Salinas: Árboles nativos, identidad y aprendizajes

Nuestra relación con la naturaleza sería diferente si aprendiéramos a conocer y reconocer los árboles nativos, conocer la red de relaciones que establecen con su entorno, y supiéramos usarlos de manera respetuosa y responsable.

Los árboles nativos forman parte de nuestros paisajes naturales. Son el hogar y alimento de variada fauna nativa y son los guardianes del suelo, los ríos y lagos. Con la hojarasca, las ramas y los mismos árboles que caen, se genera el manto de suelo orgánico. Regulan el ciclo hidrológico y el clima, interactuando con la atmósfera y el agua subterránea. El polen, el néctar, el aroma, la forma y el color de las flores atrae a un sinfín de aves e insectos, que al alimentarse, las polinizan. Las flores polinizadas se transforman en frutos, y con ellos, aves, marsupiales, reptiles, mamíferos y humanos, se dan festín y dispersan las semillas por donde quiera que vayan.

Con las vainas del algarrobo se prepara harina, arrope y bebidas, y se usa su pulpa para el tratamiento de afecciones cardíacas. Con la corteza de la queñoa se tratan afecciones coronarias, bronquiales y urinarias. Con la pulpa dulce, aromática y harinosa del fruto del chañarse preparan arropes y su semilla se come, con la corteza se tratan catarros y tos, hemorragias, neumonía y flatulencia y con sus flores y frutos, se trata el asma, la obstrucción de los bronquios y se ablandan las durezas de la piel. Con la corteza de la patagua se curten cueros. Con la corteza del pelú se tiñe, y se trata el reumatismo, la gota y las erupciones cutáneas. Con las ramillas de la pitra se trata el reumatismo y las enfermedades cutáneas. Con la corteza del sauce se baja la fiebre y con las hojas se trata la bronquitis.

Con los frutos aromáticos y dulces del boldo se prepara chicha, y con las hojas se trata la indigestión, el dolor de cabeza y el reumatismo. De las semillas del maitén se extrae un aceite cicatrizante. Con los frutos del litre se prepara miel y chicha. Con el fruto del espino se prepara harina y bebidas. Con las hojas del corontillo se trata la tos, la bronquitis y el asma. Los frutos del molle se comen y con ellos se prepara una chicha, y con la resina se tratan esguinces y golpes.

Con los frutos del linge se prepara chicha. Los frutos del lleuque se comen. Las ramillas del mañío de hojas largas se usan para adornos florales. El piñol se usa como cortafuego y sus hojas se usan para aliviar la tos y el asma. El fruto del queule se come y se usa para hacer mermelada. Las hojas del radal se usan para calmar dolores articulares. De las ramas de los robles crecen losdeliciosos digueñes.

El fruto del arrayán se come y con ellos se prepara chicha, la corteza nueva se usa para teñir, y las hojas dan sabor al mate. Los frutos tostados del avellano chileno son un verdadero manjar. Las hojas del canelo se usan para limpiar heridas. Las hojas de chaquihua se usan para aliviar torceduras y expulsar lombrices. Con las hojas del fuinque se tratan los cólicos y malestares al hígado, y sus frutos se usan para teñir.

La flor y la semilla del notro se usan para teñir, y con las hojas se trata la neuralgia y las heridas. Los piñones de la araucaria son la base de la alimentación de los Pehuenche. La savia de la lenga era utilizada para antorchas por los Selknam, y la consumían al igual que los Yahgan en primavera.

Nuestros árboles nativos desaparecen por las actividades (in)humanas. Ignoramos su existencia, y desconocemos las oportunidades que nos ofrecen para nuestro propio bienestar. Nuestra relación con la naturaleza sería diferente si aprendiéramos a conocer y reconocer los árboles nativos, conocer la red de relaciones que establecen con su entorno, y supiéramos usarlos de manera respetuosa y responsable. En ese escenario, los árboles nativos formarían parte de nuestra identidad, de nuestras costumbres y serían valorados y respetados por nuestra sociedad. El sentimiento de arraigo, de pertenencia, de identidad y comunidad con la naturaleza comienza con el aprendizaje individual. Podemos empezar por aprender sobre nuestros árboles nativos.

Atención Bío-Bío tenemos [CONVERSATORIO]

Seguimos con los conversatorios regionales sobre constitución y medio ambiente organizados en conjunto con Friedrich Ebert en Chile. En esta oportunidad, nos trasladamos a Bío Bío con excelentes panelistas:

➣ Verónica Delgado, Doctora en Derecho de la Universidad Tor Vergara de Roma Italia y profesora de Derecho Ambiental de la Universidad de Concepción.
➣ Gonzalo Soto Activista ambiental, miembro del Movimiento Salvemos Coronel y Modatima Concepción.
➣ Ezio Costa Director Ejecutivo de ONG FIMA.

Inscripciones aquí

Fima envía observaciones a norma del SAG sobre semillas transgénicas

Si bien aún no existe certeza y precisión sobre las consencuencias que conlleva la modificación genética en organismos, si hay evidencia sobre los diversos riesgos negativos que causan los transgénicos en los ecosistemas

El día de ayer venció el plazo para hacer observaciones al proyecto de resolución del SAG respecto a la regulación de importaciones, siembra confinada, permanencia y acondicionamiento de material de propagación genéticamente modificado, y desde el equipo de estudios de ONG Fima realizamos algunas observaciones respecto a derechos involucrados y al impacto negativo que tendría los ecosistemas del país. 

En las observaciones al proyecto del SAG, se señaló que bajo un Estado de Excepción y en plena crisis sanitaria “resultaría contraproducente levantar un proceso de participación ciudadana, ya que iría en contra del espíritu de este derecho”, aseveran.

Otro de los puntos criticados refiere a la no mención de las obligaciones establecidas en la “Ley de Bases del Medioambiente”, que señala que los proyectos que contemplen almacenamiento y acondicionamiento de transgénicos para uso futuro, deberán ingresar al Sistema de Evaluación Ambiental (SEIA)

Además, se advirtieron los impactos ecológicos negativos que podría traer aparejado el cultivo con semillas transgénicas en la biodiversidad y en los cultivos de nuestro país. Entre ellos, se desprende la contaminación genética hacia organismos sexualmente compatibles y el riesgo de que los organismos modificados se transformen en especies invasoras en los ecosistemas.

Finalmente, se recomendó que, ante la incertidumbre científica sobre los efectos negativos que podría producir la actividad de la liberación confinada al medio ambiente de organismos genéticamente modificados, debe restringirse el ejercicio de estas actividades potencialmente dañinas y no generar normativa más permisiva como el proyecto de resolución mencionado.

[Conversatorio] ¡Atención Región del Maule!

Seguimos con la Conversaciones regionales sobre Constitución y MedioAmbiente, y en esta oportunidad es el turno para todos los que habitan la hermosa región centro sur de Chile.

Por eso te invitamos a que te conectes el día miércoles 17 de junio a 10 AM, para reflexionar en torno a estas dos temáticas que se entrelazan y serán determinantes para el desarrollo y futuro del país. Inscríbete en el siguiente enlace que te dejamos a continuación: https://zcu.io/4Si7

Participan:

  • Ezio Costa, Director Ejecutivo ONG FIMA
  • Enrique Mundaca, PhD en Ecología de la Victoria University of Wellington (Nueva Zelanda), Profesor Auxiliar en la Universidad Católica del Maule.
  • Mariela Vásquez, Activista socioambiental, parte de la Red por los Ríos Libres y vecina de Linares, sector de Llancanao, donde convergen los ríos Achibueno y Ancoa

[CONVERSATORIO] «Una Constitución Ecológica como vía hacia mejores políticas ambientales»

El día jueves 18 de junio tenemos el agrado de invitarte a este importate convesatorio que abordará como tema principal una alternativa ecológica ante la posibilidad de elaborar una nueva Constitución. En esta oportunidad contaremos con destacados expositores:

Francisca Reyes – Coordinadora GAMA UC

Ezio Costa – Director Ejecutivo de ONG Fima

Aida Gamboa – Investigadora DAR , Perú

Catalina Pérez – Abogada y Diputada de Revolución Democrática

Jaime Bassa – Profesor de Derecho Constitucional UV

Las inscripciones para este evento en el siguiente enlace: https://zurl.co/Dy7s