ONG FIMA será parte del Consejo Nacional para la Gobernanza de Escazú en Chile

El Consejo Nacional para la Gobernanza de Escazú es una instancia clave para el seguimiento del Plan Nacional de Implementación Participativa del Acuerdo de Escazú 2024–2030.

Octubre, 2025. El Acuerdo de Escazú, que entró en vigor en Chile en 2023, es el primer tratado ambiental de América Latina y el Caribe que busca garantizar el acceso a la información, la participación pública y la justicia en asuntos ambientales, además de proteger a las y los defensores de derechos humanos en temas ambientales.

Como parte de su implementación, el Ministerio del Medio Ambiente impulsa el Plan Nacional de Implementación Participativa del Acuerdo de Escazú (PIPE) 2024–2030, cuyo objetivo es mejorar progresivamente los estándares del acuerdo y crear un entorno seguro para quienes defienden los derechos humanos ambientales.

En ese marco, se creó el Consejo Nacional para la Gobernanza de Escazú, un espacio de articulación entre el Estado, la sociedad civil, la academia y el sector privado, que permitirá hacer seguimiento al cumplimiento de los compromisos asumidos por Chile. Esta es una instancia de trabajo multinivel y multiactor que reúne a representantes de la sociedad civil, el sector académico, privado y público, con el objetivo de fortalecer la democracia ambiental, fomentar la participación ciudadana y avanzar en la justicia ambiental en Chile.

Para ser parte del consejo, se llevó a cabo un proceso de postulación en el que más de 135 organizaciones sociales, académicas y empresariales participaron. En este proceso es que ONG FIMA fue elegida para ser uno de los representantes de la sociedad civil.

La Gobernanza de Escazú contempla además instancias por sector, como academia y privados, y comités regionales.

Puedes seguir al tanto de las novedades en torno al Acuerdo de Escazú y su implementación en Chile en escazu.mma.gob.cl

Necesidad de aclaración en caso de Julia Chuñil

  • Por Ezio Costa, Director Ejecutivo de ONG FIMA

Señor Director:

Hace once meses, Julia Chuñil salió de su casa con su perro y nunca regresó. Su familia teme, con razón, que su desaparición esté vinculada a amenazas recibidas por su labor como defensora ambiental.

La filtración de que “la quemaron” ha generado un profundo impacto público, especialmente considerando el creciente aumento de la violencia contra defensores y defensoras ambientales y la impunidad con que actúan quienes la ejercen.

Consultado el fiscal nacional sobre el asunto, se limitó a calificarlo como un “antecedente parcial y sesgado”, cuestión que poco ayuda a esclarecer los hechos y calmar la razonable preocupación ciudadana.

Una aclaración más contundente sobre el actuar del Estado en el asunto parece un paso necesario para recuperar, en parte, confianzas que se han ido erosionando.

Carta al director publicada en La Tercera – 10/10/25

Medioambiente Mal-Tratado

La relación entre las personas y la naturaleza es inseparable. Proteger el medio ambiente no es solo un deber ético: es la base de la calidad de vida, la justicia social y la seguridad humana.

Hace prácticamente 40 años lo ambiental estaba ausente del debate público. Hoy, en plena crisis climática, resulta urgente avanzar hacia políticas integrales con definiciones tempranas de alcance y coordinación, que permitan la eficiencia de los permisos sectoriales, anticipen impactos, fortalezcan la resiliencia de comunidades y ecosistemas, y garanticen condiciones dignas frente a emergencias presentes y futuras. 

En este contexto, es indispensable que la protección ambiental esté al centro de la discusión presidencial. La seguridad hídrica, la conservación de ecosistemas, la transición energética justa y el derecho a un medio ambiente sano y libre de contaminación no solo son fundamentales para garantizar una vida digna, sino que también resultan económicamente estratégicos, especialmente en un país cuya matriz productiva depende intensamente de los recursos naturales, y tenemos una alta vulnerabilidad climática.  Sin protección ambiental no hay futuro.

Mantener estándares ambientales reduce costos futuros asociados a sequías, incendios, inundaciones y desertificación; aporta seguridad jurídica para la inversión; optimiza la asignación de recursos y equilibra las cargas ambientales; además de promover innovaciones que sostienen la productividad en el tiempo. Reconocer esta interdependencia demuestra que la protección ambiental no es un obstáculo para el desarrollo, sino su base indispensable.

Por ello, hacemos un llamado a las y los candidatos presidenciales a comprometerse sin retrocesos con el medio ambiente. Como organizaciones, planteamos tres pilares mínimos para cualquier programa: No regresión, Respeto a la legislación vigente y Transparencia.

NO REGRESIÓN

El principio de no regresión establece que los estándares de protección ambiental, salud, participación y transparencia son un piso mínimo que no puede debilitarse. Chile ha avanzado en normativa ambiental y retroceder sería inaceptable.

Se requiere fortalecer los estándares actuales, mejorar los procesos evaluativos y asegurar que la evaluación ambiental sea rigurosa, predecible y basada en evidencia. Esto implica que los proyectos ingresen al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) con información completa (líneas base sólidas, alternativas reales, medidas verificables), con definiciones tempranas de alcance y coordinación eficaz entre permisos sectoriales.

El próximo gobierno debe comprometerse a:

  1. Aumentar la dotación y capacidades técnicas de las instituciones que evalúan proyectos y fiscalizan la ejecución de los mismos, así como los componentes ambientales de regulaciones sectoriales (agua, energía, minería, bosques, pesca y acuicultura, entre otros) .
  2. Garantizar evaluaciones ambientales oportunas y coordinar los servicios sectoriales, donde suelen producirse las demoras.

RESPETO A LA LEGISLACIÓN VIGENTE

Cumplir la legislación ambiental significa aplicar integralmente las normas y tratados internacionales ratificados por Chile, incorporándolos en políticas, leyes, reglamentos y otras regulaciones con presupuestos adecuados  para su implementación y fiscalización. Supone decisiones ajustadas al marco legal, con trazabilidad, transparencia y participación ciudadana, sancionando los incumplimientos.

Esto incluye:

  • La Constitución y tratados internacionales (Acuerdo de París, Escazú, Marco Mundial Kunming-Montreal, entre otros).
  • Las leyes marco y sectoriales (Ley Sobre Bases Generales del Medio Ambiente, Servicio Nacional Forestal, Ley Marco sobre Cambio Climático, Ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas , Ley de Fomento y Recuperación del Bosque Nativo, así como regulaciones sobre aguas, residuos, energía, minería, entre otras).
  • Reglamentos, normas de calidad y emisión, planes de descontaminación, manejo y áreas protegidas.
  • Resoluciones administrativas y obligaciones de transparencia.

La legislación ambiental chilena ha sido fruto de aprendizajes colectivos. El próximo gobierno debe aplicarla plenamente, con plazos, presupuestos y responsables claros, asegurando que:

  1. La salud sea eje de planes de descontaminación y evaluaciones de impacto.
  2. No se concentren cargas en ciertos territorios, definiendo zonas de exclusión, resguardo y restauración.
  3. Se fomente la implementación (apoyo a regiones y municipios) y
  4. Que existan sanciones efectivas que eviten que las grandes industrias traten las infracciones y las multas que deriven de ellas como costos de operación y que efectivamente sean una forma de desincentivar malas prácticas. 

TRANSPARENCIA

La transparencia es esencial para la democracia. Implica que la información pública sea accesible y clara, y que también lo sea la información técnica que fundamenta decisiones estatales y privadas sobre bienes comunes.

La ciudadanía, sin importar nivel educativo, debe comprender las políticas y regulaciones ambientales, así como los impactos de proyectos de inversión e infraestructura en los territorios. Transparencia también significa dar a conocer los intereses —estatales, privados o sociales— detrás de las decisiones.

No basta con exigir transparencia activa al Estado y a la sociedad civil: también debe aplicarse a instituciones privadas y a acuerdos con el Estado. Esperamos que las y los candidatos se comprometan a avanzar en esta línea y a garantizar que la información sea comprensible y accesible para toda la población.

 

Firman: 
  • Campaña Salvemos la Patagonia
  • Chile Sustentable
  • Ecosistemas 
  • Fundación Ecosur
  • Fundación Relaves
  • Fundación Rewilding
  • Fundación Terram
  • Greenpeace
  • Observatorio Ciudadano
  • Oceana
  • ONG FIMA
  • Uno Punto Cinco

Nuevo Apunte de Política Ambiental: Análisis al proceso de la Estrategia Nacional de Minerales Críticos

ONG FIMA publica recomendaciones para una estrategia justa que integre aspectos ambientales y sociales.

Octubre, 2025. El Gobierno de Chile ha estado trabajando en una Estrategia Nacional de Minerales Críticos para la transición energética. En ese contexto, creó un Comité Consultivo de Alto Nivel encargado de elaborar y aportar a esta estrategia, instancia para la cual ONG FIMA fue invitada a participar como representante de la sociedad civil. Sin embargo, nuestra percepción fue que el debate estuvo mayoritariamente centrado en dar mayor agilidad a proyectos y certezas regulatorias para el sector empresarial, mientras que la protección ambiental representó un interés muy minoritario. 

El debate minero debería considerar el lugar y territorio en donde la actividad se va a desarrollar, y por ende, incorporar las dimensiones ambientales y sociales en estas discusiones. Ante esto, publicamos el «Apunte de Política Ambiental: Estrategia de Minerales Críticos para la transición energética» con recomendaciones para una estrategia justa, donde presentamos la experiencia del proceso, los aportes que formulamos en materias de producción responsable, participación y transparencia, y las narrativas que predominan en la discusión pública.