La instancia rechazó el proyecto de extracción de Gas Natural que buscaba instalarse en Bahía Chascos, sitio de alto valor arqueológico y de biodiversidad, ubicado en la región de Atacama.
El proyecto, cuyo terminal se emplazaría a 80 km al suroeste de Copiapó, generando impactos en el ecosistema que permite la vida de numerosas especies marinas, también considera una Central de Generación Eléctrica y un gaseoducto, que atraviesa el desierto florido, zona especialmente sensible a las emisiones y posibles emanaciones de gas que generaría la operación del proyecto.
La decisión es recibida con optimismo por organizaciones ambientales que participaron del proceso de participación ciudadana, entre las que se encuentran ONG FIMA, Greenpeace, Qarapara, Chao Carbón, entre otras.
«El rechazo de la central a gas Andes LNG es una buena noticia. Una central de este tipo, en donde se evidencian insuficiencias en la línea de base y en la evaluación de impactos sobre el medio marino, la flora y fauna, simplemente no puede ser construida», señala Macarena Martinic, abogada de ONG FIMA.
Bahía Chascos es un sitio con un alto valor ecológico. Entre los impactos de este proyecto, está la afectación del pasto marino, principal alimento de una colonia de tortugas verdes que habitan en ese lugar y mitigador del cambio climático, el chungungo y pingüino de Humboldt. Además, de los generados por la construcción de un gasoducto de 90 km que atraviesa el desierto florido, lugar en donde no solo hay flora y vegetación endémica y nativa de Chile, sino que es especialmente sensible a las emisiones y posibles emanaciones de gas que generaría la operación.
Por su parte, desde Greenpeace, su coordinadora de Campañas, Estefanía González, agregó, «Es un importante triunfo de la ciudadanía, de la comunidad local, de las organizaciones y de las autoridades locales que se opusieron fundadamente a un proyecto que tendría impactos irreversibles. La transición energética es muy necesaria, y abogamos sea en base a energías limpias y no profundizando la dependencia de otros combustibles fósiles. El ecosistema de bahía Chascos debe ser resguardado y hoy se avanzó en ello».
Impactos del gas metano al cambio climático
El proyecto de la empresa Andes S.A. considera la generación eléctrica a partir de la combustión de Gas Natural Licuado (GNL) formado entre un 80 y 100% por gas metano, el cual causa aproximadamente el 30% del aumento actual de las temperaturas, actuando como gas de efecto invernadero. Lo anterior sumado a que las plantas de GNL generan filtraciones masivas de metano durante su extracción, transporte y entrega.
La generación eléctrica con este tipo de combustible no es un reemplazo de los combustibles fósiles, ya que la combustión de metano produce casi el 50% del carbono que rechazo Andes GNL genera una termoeléctrica a carbón, pero además, se requieren altísimos niveles de energía para transformar el gas a su estado líquido, transportarlo y luego devolverlo a su estado gaseoso, se generando más de 24 millones de toneladas de gases de efecto invernadero cada año, equivalente a la contaminación de 4,4 millones de autos funcionando por un año.