La Excelentísima Corte Suprema, luego de oír los alegatos de todas las partes (alegamos seis abogados), llamó a las partes a “conciliación”, la que se firmó en la sede de la Excma. Corte Suprema, frente a un Ministro designado por la misma Sala. Personalmente, cada uno de los dirigentes de las organizaciones acompañantes y cada uno de los titulares de derechos de aguas concurrió a la Tercera Sala de la Corte Suprema, leyó por separado y detenidamente su texto y lo firmó en señal de conformidad.
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