La resolución de la autoridad administrativa se basó, entre otros elementos,
en la imposibilidad de determinar la afectación que esta central tendría sobre
las comunidades indígenas de la zona ya que el estudio antropológico
utilizado databa del año 2014

El Director Ejecutivo del Servicio de Evaluación Ambiental, acogió parcialmente las
reclamaciones presentadas por ONG FIMA, Observatorio Ciudadano y otras 7 de un
total de 11 reclamaciones interpuestas a favor de grupos de vecinos y comunidades
indígenas de la zona de Huife Alto (a 23 kilómetros de Pucón) en contra de la Resolución
de Calificación Ambiental (RCA) que autorizaba el funcionamiento del Proyecto “Pequeña
Central Hidroeléctrica Llancalil”, ordenando retrotraer el procedimiento de evaluación al
momento previo a su aprobación.

La determinación se basó en que durante la evaluación ambiental, el titular no habría
podido descartar correctamente la generación de impactos adversos significativos a
los componentes medio humano, valor ambiental del territorio, fauna e impacto al
valor turístico de la zona, así como tampoco se habría acreditado el cumplimiento
normativo en materia de ruido y vibraciones.

“Consideramos que esta es una resolución muy importante, ya que el Servicio de
Evaluación Ambiental reconoció que se produjo un error en la calificación favorable de este
proyecto y sin que tuviésemos que recurrir a tribunales, dictó la orden de retrotraer el
proceso para que se incorporen los elementos necesarios para la evaluación, en este caso,
un informe antropológico adecuado que permita identificar a las comunidades presentes,
sus medios de vida y los impactos reales que este proyecto tendría para su vida, entre otros
elementos” explicó Antonio Madrid, abogado de ONG FIMA.

Cabe destacar que el Director Ejecutivo acogió las alegaciones de las partes en relación a
que el análisis del medio humano (en el que cobra relevancia la participación de Grupos
Humanos Pertenecientes a Pueblos Indígenas) era insuficiente para identificarlos
debidamente, así como descartar su potencial afectación. En este sentido, señaló que no
se puede hacer este análisis a partir de un informe antropológico que data del 2014 y se
encuentra desactualizado, el que tampoco consideró las modificaciones que habría sufrido
el proyecto a lo largo de la evaluación.

Para Guillermina Inzunza Maureira, Presidenta de la Junta de Vecinos de Huiefe, “Este
proyecto es una amenaza para los vecinos que no viven tranquilos pensando que se podría
llevar a cabo. Queremos que este lugar se conserve y que no se destruya. No vamos a
dejar que ellos se metan a destruir nuestra belleza natural, este pulmón verde que tenemos
y que quedan tan pocos en el país”. Con respecto a la resolución, la representante de los
vecinos de Huiefe, agregó “Esta resolución es un buen paso. Pero no es el final de esta
historia y no vamos a descansar hasta el final. Nosotros vamos a seguir muy atentos a
cómo avanza el proyecto y que los dueños no hagan nada que no corresponda”.

La resolución implica que los aspectos deficientemente evaluados deben ser
complementados por el titular, luego de lo cual los organismos que participaron en la
evaluación deberán volver a pronunciarse, dando lugar a una nueva RCA. Es importante
señalar que el titular puede reclamar esta decisión ante el Tercer Tribunal Ambiental, para
lo cual tiene un plazo de 30 días.

Sobre la Central

El Proyecto “Pequeña Central Hidroeléctrica Llancalil” pretende generar 6,9 megawatts de
energía, mediante la intervención dos ríos (Llancalil y Liucura), para construir allí tuberías
de aducción que encaucen 5 mil metros de zonas termales ubicadas a orilla del río Liucura;
de igual forma que contempla remover 340.000 metros cúbicos de tierra; 38.000 m3 de
suelo vegetal y 21,43 hectáreas de bosque nativo (roble, raulí, y coigüe).

 

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