Organizaciones sociales instan a que Presidente Piñera firme el #AcuerdoDeEscazú

Preocupados por la imagen internacional del país y de la necesidad de asegurar la democracia ambiental y la protección de los defensores ambientales, representantes de la ciudadanía continúan esperando una respuesta de parte del gobierno.

Hasta La Moneda llegaron esta mañana distintas organizaciones de la sociedad civil para reiterar la solicitud de audiencia al Presidente Sebastián Piñera para plantear la necesidad de firmar el Acuerdo de Escazú, luego que no se les contestara la carta entregada el pasado 16 de octubre.

Representantes de la ciudadanía, Espacio Público, ONG FIMA, Observatorio Ciudadano, Amnistía Internacional, CODEFF y Greenpeace, entregaron una nueva carta para, en un diálogo franco con el Presidente, poder despejar las eventuales dudas que existan, para concretar la firma y ratificación en el más corto plazo del Acuerdo de Escazú. Lo anterior, ante la inacción de Cancillería que en más de dos meses, frente a un tratado que el Ejecutivo ya había apoyado formalmente, en coherencia con su política internacional y nacional.

Esto, en un contexto donde los eventos de conflictividad socio ambiental acaecidos en Chile en las últimas semanas, muestran lo necesario de contar con herramientas institucionales para canalizar las controversias entre el Estado y la ciudadanía y poder, de este modo, evitar acontecimientos tan dramáticos como los registrados para la salud y vida de las personas. Fallecimientos en extrañas circunstancias, como la de Alejandro Castro, y el peligro inminente de intoxicaciones masivas en la bahía de Quintero, son hechos que le restan legitimidad y credibilidad al gobierno y, más ampliamente, al Estado como un organismo capaz de velar por los derechos de su ciudadanía y la protección del medio ambiente.

Al respecto, Andrea Sanhueza, experta en Participación Ciudadana y representante electa del público para la negociación del acuerdo, señaló, “La gente está cansada y frustrada de no ser parte de las decisiones que afectan directamente sus vidas y los lugares donde viven. El Acuerdo de Escazú no es una varita mágica, pero su implementación permitirá tener instancias donde los distintos actores podrán dialogar en un marco de Estado de derecho, donde el Estado tendrá el rol de canalizar y garantizar este diálogo. El Acuerdo de Escazú fortalecerá la gobernabilidad en la toma de decisiones ambientales”.

En Chile aún no existe suficiente y completa información de nuestro medio ambiente; no están instalados sistemas de alertas tempranas sobre impactos que constituyen una amenaza inminente para la salud o el medio ambiente; el alcance y momento de los procesos de participación ciudadana son insuficientes y existen pocas medidas que permitan reducir las barreras económicas y sociales para acceder a la justicia ambiental, que permitan revisar y reparar las decisiones que han generado impacto en la calidad de vida de las personas y el medio ambiente.

“En la reciente cumbre del G-20 en Argentina, el medio ambiente fue fundamental y Chile no se quedó al margen. Este acuerdo fue negociado con el liderazgo de Chile, tanto así que fuimos los primeros en llamar a firmar el acuerdo al resto de los países y el texto de la reforma al SEIA se basa en este acuerdo. Entonces sigue siendo incomprensible y vergonzoso que el presidente Piñera todavía no haya materializado su compromiso con la democracia ambiental. Hoy la situación más que nunca exige que se avance en esta materia”. Puntualizó Gabriela Burdiles, Directora de Proyectos de ONG FIMA.

Otro dato relevante, en el que hicieron hincapié, son los datos entregados por Espacio Público en su informe “Derribando mitos, propuestas para mejorar el acceso a la justicia Ambiental”, en el que se muestra que los principales usuarios de los Tribunales Ambientales son los titulares de proyectos de inversión (40,2%), quienes además, son los que tienen resultados más exitosos en sede judicial. Con ello, se desmitifica la extendida idea de que las reclamaciones ante los tribunales ambientales son utilizadas para oponerse a proyectos de inversión.

Carta entregada el 7 de diciembre de 2018 ante la nula respuesta a otra carta sobre la misma temática entregada en octubre de 2018.

Carta orgs a Presidente por Acuerdo de Escazú

ONG FIMA celebró sus 20 años y lanzó la Revista Justicia Ambiental 10

¡20 años no se cumplen todos los días!

Por eso la semana pasada tuvimos la suerte de poder celebrar con algunas de aquellas personas que han sido parte de esta historia, que desde 1998 se viene construyendo para trabajar por la Justicia Ambiental. Lo hicimos a nuestro estilo, con exposiciones de grandes artistas que compartieron sus fotografías y pinturas Gracias Monica Molina Photography, Marcela Peñaloza, Laura Luna, Diego Demangel, Raúl Demangel; además del talento de música en vivo de Juan Pablo Godoy en la guitarra acústica y Alex Guillof en el saxofón; y un cóctel hecho por nuestro propio equipo.

También lanzamos la Revista Justicia Ambiental vol. 10 ¡Todo un hito!

El lanzamiento estuvo a cargo del Director de la Revista Justicia Ambiental Raul Fernando Campusano Droguett y la presentación fue por parte de la Directora del Centro de Derecho Ambiental de la Facultad de Derecho Universidad de Chile Valentina Durán.

Próximamente, la Revista Justicia Ambiental 10 estará disponible en la web www.revistajusticiaambiental.cl para su descarga. Los números anteriores ya se encuentran disponibles.

Muchas gracias a todxs los que trabajan para defender nuestro medio ambiente y a quienes nos han apoyado en estos 20 años. ¡Salud y que sean 20 más!

Ver todas las fotos del evento

Ver saludos que nos enviaron amigxs

Seminario Modificaciones al Sistema de Evaluación Ambiental: Descargue las presentaciones.

A sala llena se realizó este martes 12 de noviembre el Seminario «Modificaciones al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental», organizado por Fenatrama,  IDEA Usach, Red por la Democracia Ambiental y ONG FIMA.

El seminario comenzó con las palabras de la Diputada Catalina Pérez, Presidenta de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara, quien hizo referencia a la importancia de escuchar a la ciudadanía y abrir este debate para que el resultado no sea solo la facilitación de la tramitación de los proyectos, sino un instrumento que verdaderamente evalúe los impactos sociales y ambientales de estos.

En la oportunidad, los expositores analizaron el trabajo realizado por la Comisión Sindical Ciudadana Parlamentaria, hoy convertida en la Red por la Justicia Ambiental; la perspectiva desde el sector privado, la academia y las ciencias sociales.

Entre los expositores, las visiones respecto a la manera en que debe avanzar esta reforma tienen distinto matices, sin embargo, la conclusión general es que la propuesta actual dista mucho del resultado al que nuestro país debería encaminarse si realmente buscamos la protección del medio ambiente y un desarrollo sustentable.

Las mesas fueron las siguientes:

Objetivos de la reforma y las principales modificaciones. 

Panel 
– Francisco Cabrera Pérez, Presidente de la Federación Nacional de los Trabajadores del Medio Ambiente (FENATRAMA)
– Paulina Riquelme Pallamar, Fundadora de EELAW
– Ezio Costa Cordella, Director Ejecutivo ONG FIMA

Sistema recursivo y participación ciudadana.

Panel

– Luis Cordero Vega, Profesor de Derecho Administrativo Universidad de Chile.
– Dominique Hervé Espejo, Profesora de Derecho del Medio Ambiente Universidad Diego Portales.
– María Paz Aedo, Investigadora del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago

Ver video en youtube

Presentaciones:

 

12 de noviembre: Seminario «Modificaciones al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental»

Lunes 12 de noviembre de 15:00 a 18:30
Fundación Colunga – General Bustamante 26, Providencia. 
Inscripciones: https://goo.gl/forms/Eq4FNFbShFI6LFDi1

Programa:
15:00 a 15:10. Palabras de apertura: Catalina Pérez

15:10 a 16:30, Mesa 1: Objetivos de la reforma y las principales modificaciones. 

Preguntas de la mesa

  • ¿Cuáles son los objetivos de la reforma, presentados en el anteproyecto y proyecto de ley, y cómo la reforma abordaría éstos?
  • ¿Existe correlación entre los objetivos del proyecto y la totalidad de las modificaciones planteadas?
  • ¿Son adecuadas las modificaciones realizadas para cumplir con estos?

Panel 
– Francisco Cabrera Pérez, Presidente de la Federación Nacional de los Trabajadores del Medio Ambiente (FENATRAMA)
– Diego Ibáñez Cotroneo, Diputado, miembro de la Comisión de Medioambiente.
– Paulina Riquelme Pallamar, Fundadora de EELAW
– Ezio Costa Cordella, Director Ejecutivo ONG FIMA

16:30 a 17:00. Pausa café

17:00 a 18:30. Mesa 2: Sistema recursivo y participación ciudadana.

Preguntas de la mesa:

  • ¿Cuáles son las principales modificaciones al sistema recursivo?
  • ¿Hay una mejora en el acceso a la justicia con las reformas planteadas?
  • ¿La forma en la que se plantean las modificaciones, cumplen con su objetivo correlativo?
  • ¿Cómo se relaciona la participación ciudadana con los nuevos recursos?
  • ¿Cuáles son las principales mejoras o deficiencias que se presentan en relación al nuevo sistema recursivo y a la participación ciudadana?

Panel

– Luis Cordero Vega, Profesor de Derecho Administrativo Universidad de Chile.
– Dominique Hervé Espejo, Profesora de Derecho del Medio Ambiente Universidad Diego Portales.
– María Paz Aedo, Investigadora del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago

7 de noviembre: Seminario «Actualidad y Futuro de la Litigación Climática»

Seminario internacional sobre las posibilidades y potencialidades del litigio climático en Chile. Aprendizajes de la experiencia global.
Organizan: ONG FIMA y Cda- U de Chile

Colabora: Fundación Heinrich Böll 

Inscripciones

Programa: Descargar

10:00 ACREDITACIÓN

Panel 1

10:15 – 11:45

PANORAMA GLOBAL DEL LITIGIO CLIMÁTICO

Modera: Gabriela Burdiles

CLASE MAGISTRAL: Desafíos globales de la litigación climática. Killian Doherty, Abogado, Oregon University. ELAW US.

Comentan:

  • Guadalupe Jiménez Blasco. CR2, CDA
  • Diego Lillo Goffreri. Coordinador de Litigios, ONG FIMA.

COFFEE BREAK

12:00 – 13:30

Panel 2

IMPACTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO: DESAFÍO JURÍDICO

Modera: Valentina Durán

  • Cambio Climático en la Escala Humana, tiempos y cuota personal. Alberto de la Fuente Stranger, profesor Ingeniería Civil, Universidad de Chile.
  • Gestión de los desastres provocados por el Cambio Climático. Daniela Ejsmentewicz Cáceres, Profesora clínicas jurídicas, Universidad de Chile.
  • Impactos del cambio climático sobre la Biodiversidad. Fernanda Salinas Urzúa, Phd. en Ecología, Investigadora ONG FIMA.

ALMUERZO

15:00- 16:30

Panel 3

Litigación Climática en¡ América Latina

Modera: Ezio Costa

CLASE MAGISTRAL: El caso Dejusticia. Defensa Climática de la Amazonía Colombiana. Joyce Tan, abogada Universidad de New York, ONG Dejusticia.

Comentan:

  • Pilar Moraga Sariego CR2, CDA
  • Nahuel Cáceres, Profesor Universidad de Buenos Aires, Abogado ONG FARN.

 

Organizaciones piden reunión con Presidente Sebastián Piñera para instarlo a firmar y ratificar el #AcuerdodeEscazú

Representantes de organizaciones de la sociedad civil llegaron hoy hasta la oficina de partes de La Moneda para entregar una carta al Presidente Sebastián Piñera solicitando una reunión para conversar sobre la firma y ratificación del Acuerdo de Escazú, luego que el pasado miércoles 26 de septiembre el gobierno anunciara que postergaría la firma del tratado, a un día de la ceremonia en Nueva York.

De manera transversal, 124 organizaciones y más de 3.000 personas firmaron la carta donde afirman que este acuerdo constituye un hito histórico y fundamental para la protección del medio ambiente, la buena gobernanza y los derechos humanos. En su apertura, el tratado fue firmado por 15 países, los cuales reafirmaron su compromiso político de fortalecer la transparencia, el diálogo pacífico y el Estado de Derecho que constituyen un mínimo común para cualquier país que espera alcanzar el desarrollo sostenible, siendo Chile el gran ausente de la ceremonia.

Tal como asegura Andrea Sanhueza, representante del Público para el Acuerdo de Escazú y directora de Espacio Público, «este convenio busca fortalecer la relación de cada Estado con su ciudadanía, de forma de asegurar que las personas y grupos ejerzan de mejor forma sus derechos a la información, la participación y la justicia en asuntos ambientales».

Según cifras entregadas en el último mapa de conflictos socioambientales del Instituto Nacional de Derechos Humanos, en Chile existen 63 conflictos socioambientales activos. Mientras que según datos entregados por Espacio Público en su informe “Derribando mitos, propuestas para mejorar el acceso a la justicia Ambiental”, los principales usuarios de los Tribunales Ambientales son los titulares de proyectos de inversión (40,2%), quienes además son los que tienen resultados más exitosos en sede judicial. Con ello, se desmitifica la extendida idea de que las reclamaciones ante los tribunales ambientales son utilizadas para oponerse a proyectos de inversión.

Respecto al último punto, Ezio Costa, director Ejecutivo ONG FIMA, sostiene que «el Acuerdo de Escazú tiene un potencial para abordar los conflictos ambientales que se generan en Chile. El diálogo entre los territorios y la institucionalidad, llevado con estándares adecuados y protegiendo los derechos de las personas, constituyen una política pública indispensable para Chile y nuestra región».

Por otro lado, Beatriz Marcos, coordinadora de Activismo y Juventud en Amnistía Internacional Chile, agrega que este “es un tratado histórico de vital importancia que establece obligaciones para asegurar la protección de los y las defensores/as de la tierra, territorio y medio ambiente en América Latina y el Caribe, el lugar más peligroso del mundo para llevar a cabo esta imprescindible labor, más aún en estos tiempos donde vivenciamos numerosos y graves conflictos sociambientales a lo largo de todo el continente”.

Además, durante la jornada también se entregó una carta a la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt y a su par de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero, donde se explicitan los principales argumentos desde el derecho internacional para ratificar el acuerdo.

CHILE DEBE FIRMAR EL ACUERDO DE ESCAZÚ[1]

Adhiere a esta declaración 

Desde el año 2012, nuestro país orgullosamente y con gran diligencia ha liderado las negociaciones para la adopción del primer tratado vinculante sobre democracia ambiental de Latinoamérica y el Caribe que garantiza los derechos de acceso a la información, la participación y la justicia en asuntos ambientales, conocido como “Acuerdo de Escazú”.

Durante este proceso, Chile, buscando un acuerdo ambicioso y vinculante, involucró positivamente a los diferentes países e instituciones internacionales para el buen éxito del acuerdo ejerciendo su liderazgo en calidad de co-presidente del comité de negociación junto a Costa Rica, bajo el entendido de que estaría dentro de los primeros países firmantes del Acuerdo.

El pasado 7 de junio de 2018, Chile junto a Costa Rica, como co-presidentes, oficialmente hicieron un llamado[2] al resto de los países de la región para que firmen este tratado durante la Asamblea General de la ONU que está teniendo lugar esta semana, en Nueva York. Este llamado de Chile y Costa Rica ya ha sido recogido por otras 15 naciones que han acomodado sus agendas y asegurado la firma.

Además, diferentes expertos de la ONU han realizado un llamado a los países restantes para firmar el Convenio de Escazú, en un comunicado conjunto que señala que “este histórico tratado regional no solo garantiza una buena gobernanza y los derechos democráticos básicos, sino que también facilita la protección medioambiental y el desarrollo sostenible”[3].

Sin embargo, este 25 de septiembre de 2018, el Ministerio de Relaciones Exteriores ha decidido aplazar la firma de este importante convenio y no participar en la ceremonia de su apertura programada para este jueves 27 de septiembre.

Frente a esta inesperada decisión, las organizaciones de la sociedad civil aquí firmantes, declaramos que:

  1.     Ésta es una pésima señal para la región y para el mundo. Jamás Chile ha liderado un proceso internacional para luego restarse del mismo. Por el contrario, Chile declara que su política internacional y ambiental es una política de Estado. Precisamente la participación y liderazgo de Chile en la creación, negociación y aprobación del Acuerdo de Escazú ha sido entendida como una política de Estado, que se ha mantenido por las dos grandes coaliciones que han gobernado el país. Por ello, un cambio tan radical e infundado como no firmar este Tratado, va en contra de esta conocida posición oficial que ha sido sostenida por las máximas autoridades del país.

 

  1.     Chile ha ganado un gran prestigio internacional dado el liderazgo desarrollado durante este proceso y se ha posicionado como un vecino interesado en cooperar en su región y avanzar de manera colaborativa hacia una mejor democracia ambiental. Indudablemente que al no firmar el Acuerdo perderá todo este prestigio ganado.
  2.  El tratado refuerza los compromisos ambientales de Chile, y no impone ninguna obligación adicional. Además, es consistente con su regulación interna, tal como lo han entendido el sector empresarial, la academia y las ONGs.
  3.     El Ejecutivo a nivel interno ya comprometió explícitamente su pronta firma y ratificación a través del Mensaje del proyecto de ley que moderniza el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental.
  4.     Tanto las comisiones de medio ambiente del Senado como de la Cámara de Diputados están al tanto de este Convenio, esperando su envío y han desarrollado sesiones especiales para su análisis.
  5.     El tratado NO aumentará la judicialización. Al contrario, lo que hará es apoyar las acciones que ha venido impulsando el gobierno para avanzar en sociedades más pacíficas, justas y sostenibles.
  6.     Este tratado nos compromete más que nada a avanzar en el pleno y efectivo ejercicio de los derechos de acceso a la información, la participación y la justicia ambiental, y a no retroceder en ello. También se destaca por ser el primer tratado internacional que busca dar protección oportuna a grupos y personas que defienden el medio ambiente.
  7.     Con una agenda interna marcada por los graves problemas ocurridos en Quintero y Puchuncaví, la inconsistencia y falta de argumentación de un cambio de posición como éste se entenderá ante la ciudadanía como contraria al diálogo y la transparencia.

Por todo ello, las personas y organizaciones aquí firmantes esperamos sinceramente que nuestro país siga avanzando en la senda hacia una mayor democracia ambiental y solicitamos al Presidente Piñera que, en definitiva, instruya la firma del Acuerdo de Escazú y se comprometa con la futura ratificación de este valioso acuerdo.

¡Tú también puedes firmar! Completa este formulario:

https://goo.gl/forms/JeGoSeTENyFEobcL2

Adhieren a esta declaración:

Ver organizaciones firmantes

 

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[1] El Acuerdo de Escazú es un convenio vinculante sobre los derechos a la información, la participación y la justicia en asuntos ambientales. Fue adoptado el pasado marzo del 2018 por 24 países de ALC en san José de Costa Rica. Es el primer convenio de democracia ambiental del mundo que incluye medidas para los defensores ambientales y los grupos en situación de vulnerabilidad, y el primer tratado ambiental de América Latina y el Caribe.

[2] https://minrel.gob.cl/comunicado-conjunto-costa-rica-chile-sobre-la-apertura-a-la-firma-del/minrel/2018-06-07/104324.html

[3] https://www.cepal.org/es/acuerdodeescazu

La solución de CONAF: Vender bosques para financiar el combate de incendios*

Por:

Ezio Costa C., Director Ejecutivo de ONG FIMA

Fernanda Salinas U. Investigadora Asociada ONG FIMA. 

El 10 de agosto de 2018, el actual Director Ejecutivo de CONAF, José Manuel Rebolledo, planteó al Diario Concepción su preocupación ante la temporada de incendios forestales. Aseguró que el cambio climático llegó para quedarse, transparentó el déficit millonario de CONAF y anunció que cree “que lo más probable es que tengamos que echar mano a bienes propios, como bosques que tenemos en la reserva La Campana, es decir, venderlos o licitarlos, para poder enfrentar nuestra situación financiera”.

Ante lo anterior, recordemos que los grandes incendios han ocurrido principalmente en plantaciones forestales[1], debido en parte a la escasa regulación que tienen y a su alto potencial inflamable[2]. Para prevenir incendios, por lo tanto, se requiere poner especial atención a las plantaciones de pino y eucaliptus, que son de propiedad privada y cuyo resguardo debiera ser realizado y financiado por sus dueños, procurando no dañar a terceros.

El cambio climático, por su parte, agudiza la escasez hídrica en la zona centro-sur de Chile. Las cuencas donde dominan los bosques nativos bien conservados maximizan y aseguran la disponibilidad hídrica de calidad[3]. Para mitigar los efectos de estos fenómenos, por lo tanto, se debiera detener el reemplazo de los bosques nativos por plantaciones de especies exóticas, ya que las segundas disminuyen la escorrentía de verano[4].

Por último, CONAF administra territorios que no son de su propiedad. Son bienes fiscales o nacionales de uso público adscritos al Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado, cuyo fin es la conservación de ecosistemas y de la diversidad biológica en beneficio de la sociedad.

El anuncio del señor Rebolledo parece olvidar el rol público de CONAF, que debiera ser adecuadamente financiada con recursos estatales, y pone los bienes de todos los chilenos al servicio de quienes, por falta de una regulación adecuada, han dañado bienes privados, nuestros bienes comunes y han causado la muerte de personas.

[1] Bowman, D.M.J.S., A. Moreira-Muñoz, C.A. Kolden, R.O. Chávez, A. A. Muñoz, F. Salinas, Álvaro González-Reyes, R. Rocco, F. de la Barrera, G.J. Williamson, N. Borchers, L.A. Cifuentes, J.T. Abatzoglou, F.H. Johnston. Ambio. 2018. Human–environmental drivers and impacts of the globally extreme 2017 Chilean fires. https://doi.org/10.1007/s13280-018-1084-1

[2] Dimitrakopoukos AP & KK Papaioannou. 2001. Flammability assessment of Mediterranean forest fuels. Fire Technology 37 (143-152).

[3] Nuñez D, L Nahuelhual, C Oyarzún. 2006. Forests and water: The value of native temperate forests in supplying water for human consumption. Ecological Economics 58(3):6006-616. DOI: 10.1016/j.ecolecon.2005.08.010

[4] Little, C., A. Lara, J McPhee & R. Urrutia. 2009. Revealing the impact of forest exotic plantations on water yield in large scale watersheds in South-Central Chile. Journal of Hydrology 374:162-170.

Desafíos y oportunidades que traerá la firma y ratificación del Acuerdo de Escazú

Gabriela Burdiles Perucci
Abogada
Directora de Proyectos ONG FIMA

El próximo 27 de septiembre, coincidiendo con el Debate General Anual de la Asamblea General de la ONU, se abrirá a la firma de los 33 países de nuestra región el “Acuerdo Regional sobre Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe” o “Acuerdo de Escazú”, en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York.

Recordemos que este instrumento es el primer acuerdo vinculante sobre asuntos medioambientales y derechos humanos en nuestra región. Por ello, esta es un una fecha importante para el inicio de un proceso, que esperamos, pueda contribuir a cambiar de manera sustantiva, la forma en que se toman las decisiones en materia ambiental y en cómo se implementan los derechos de acceso a la información, participación y justicia.

El Gobierno ya ha manifestado su postura al respecto el pasado 7 de junio de 2018 a través de un comunicado sobre la apertura a la firma del Acuerdo, en el que Chile y Costa Rica, como co-presidencias del proceso de negociación, reafirmaron su compromiso con su firma y pronta entrada en vigor. Además, reiteraron su “firme compromiso por continuar liderando los trabajos necesarios para la realización de la primera Conferencia de las Partes[1].

El Acuerdo de Escazú, se ha destacado en los medios nacionales e internacionales por ser el primer tratado en el mundo que otorga garantías para la protección de los defensores de derechos humanos en asuntos ambientales. Esto sin duda que es fundamental para una región con uno de los mayores índices de asesinatos y violencia hacia defensores ambientales. Sin embargo, este acuerdo es novedoso también por otras razones, que aquí quisieramos destacar.

El Acuerdo consagra un verdadero sistema de garantías y obligaciones interdependientes, que aplicadas de manera integral y equilibrada, propenden al fortalecimiento de la democracia ambiental. El principio que está detrás de todo esto, es el Principio 10 de la Declaración de Río de 1992, que tuvo como eje central la búsqueda del desarrollo sostenible, donde el desarrollo económico se sitúa como un objetivo que debe ser alcanzado de manera equilibrada y coherente con el cuidado ambiental y la eliminación de las desigualdades sociales.

Así, el Principio 10 proponía ciertas garantías a la hora de tomar decisiones y de proteger el medio ambiente: transparencia de la información publica ambiental, de los riesgos ambientales y de las decisiones; la posibilidad de opinar, de ser parte de las decisiones; y por último, de acudir a terceros independientes e imparciales si esos derechos no son respetados, si el medio ambiente está en riesgo, o si éste ha sido dañado.

Chile ya cuenta con un marco institucional y legal, que garantiza en diferentes niveles los tres pilares fundamentales de la democracia ambiental. Sin embargo, nuestro desafío está en la implementación real de estas garantías, en lograr que ellas se respeten, aunque a juicio de algunos, los procesos puedan parecer lentos o engorrosos, y pese a cualquier “agenda pro inversión” que se proponga en el país.

Precisamente, casos como el reciente escape masivo de salmones en Chiloé, el cual se suma a otros graves episodios ya protagonizados por dicha industria y por las instituciones a cargo en la zona, dan cuenta de que aún falta mucho por avanzar en la materia. Este ejemplo revela algunos de nuestros desafíos pendientes en cuanto a contar con sistemas adecuados de alerta temprana de emergencias ambientales, con evaluaciones ambientales con participación ciudadana efectivas y con un acceso real a la justicia de las comunidades locales.

En este contexto, esperamos que la firma y ratificación del Acuerdo de Escazú sea el inicio de un camino hacia una manera diferente de tomar las decisiones, en donde la agendas que buscan fomentar la inversión, no menoscaben los derechos fundamentales de las personas y las comunidades. Por último, hacemos un llamado al resto de los países de la región a firmar y luego ratificar este acuerdo, pues es necesario la ratificación de al menos 11 países para su entrada en vigencia.

[1] Ministerio de Relaciones de Chile: https://minrel.gob.cl/comunicado-conjunto-costa-rica-chile-sobre-la-apertura-a-la-firma-del/minrel/2018-06-07/104324.html